¿QUÉ PASA CUANDO NO ENTENDEMOS LO QUE PASA? Muchas veces no entendemos lo que pasa en nuestras vidas. No entendemos cómo pueden suceder acontecimientos negativos o dañinos a personas cercanas o a nosotros mismos. Y podemos llegar a blasfemar, a dudar, a culpar a Dios, a flaquear en nuestra fe. Pecamos por falta de visión, por creer fatuamente que Dios tiene que someterse a nuestros gustos, deseos y expectativas y que, si no lo hace, “no nos está bendiciendo”. Caemos fácilmente en una de las innúmeras trampas que el Maligno teje continuamente en nuestro perjuicio. No entendemos que lo que sucede sí tiene sentido, aunque no lo veamos en lo inmediato. El problema no es de Dios, es nuestro: nuestra miopía, nuestras ínfulas, nuestra limitación son el problema. El paso del tiempo nos permite entender el sentido profundo de los acontecimientos: lo que no sabíamos pero que Dios sí sabía; la bendición real subyacente. Es claro, por lo demás, que siempre sucederán cosas desagradables, injustas o dañinas a nuestro alrededor o a nosotros mismos. Igual le sucedió a Jesús y se mantuvo firme en su Fe. Vivimos en un mundo pervertido por el pecado y la maldad. La diferencia es nuestra elección: escogimos a Dios en vez del Maligno, la salvación en vez de la perdición; el paraíso en vez del infierno; la misericordia en vez de la amargura y el odio. El pastor y escritor cristiano James Dobson en un libro inspirado nos comparte más sobre este gran tema:
http://www.scribd.com/doc/5902064/James-Dobson-Cuando-Lo-Que-Dios-Hace-No-Tiene-Sentido-x-Eltropical
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